jueves, 26 de noviembre de 2009

Adán y Eva en mitología Mapuche





Artículo propio, se agradecen comentarios.

En la mitología mapuche, además de como existe una gran similitud de la vida premortal y la creación de esta tierra, tambien se nos señala una historia muy parecida a la de Adán y Eva que conocemos, a continuación:


Entonces el espíritu grande de los aires miró abajo, y vio esto y dijo: ¿Para qué sirve esta tierra sin nada? Así dijo, y tomó a un joven espíritu que era hijo suyo y dijo que lo iba a mandar sobre la tierra a ver lo que haría el y lo cambio en hombre de carne, muy hermoso. De arriba lo lanzó el espíritu, y al caer el joven quedo aturdido, como muerto. Entonces la madre del joven se lamentaba y pedía que la dejaran bajar a ella también, para así, acompañar a su hijo.
No quiso el jefe, dicen, y mirando vio a una estrellita que estaba muy cerca, casi estaba por entrar. Entonces el la pilló: era una luz muy bonita. Con ella formó una mujer y le sopló encima. Ella voló en los aires dicen, y él le mandó que se juntara con el hombre, Así le dijo, dicen, y la mujer bajó y llego a la tierra, algo distante de donde dormía el hombre. Tuvo que caminar, dicen, y como las piedras duras le hacían daño en los pies, el espíritu de los aires mando salir, por donde pisaban pasto my blando y flores muy hermosas y ella, la mujer, dicen cogía las flores en camino y por jugar las deshojaba, y estas hojas que ella dejaba caer se cambiaron en pájaros, en mariposas que volaban, y detrás de ella la hierba crecía así tan grande, dicen, que formaba árboles muy grandes con frutas que ella comía.
Entonces, siempre estaba durmiendo el hombre, ella llegó, dicen, donde estaba y como estaba cansada, se tendió a su lado, dicen, para dormir. Entonces, dicen, despertó el hombre y vio a la mujer tan bonita, y se quedó muy contento de verla; tan bonita era, dicen. Cuando ella despertó se fueron los andando en los montes y miraban todo tan bonito, y se querían mucho. Como hermanos se querían, dicen, y ya no pensaban más en volver a los aires, por lo bien que se hallaban.
Entonces para ver lo que hacían, el espíritu que mandaban, abrió un portillo redondo en los aires y por allí miraba, y, cuando miraba, dicen, todo brillaba y venía un gran calor de arriba. La madre del joven también quería mirarlo, escondida del jefe abrió también un portillo, y cuando él no estaba, miraba ella, y para que su hijo pudiera ver bien su cara, dejaba caer una luz blanca muy suave que se podía mirar.
Entonces dicen, los espíritu pillanes (espíritus malignos, que fueron expulsados) que estaban en los volcanes rabiaban mucho, uno de ellos se enamoró de la bonita mujer y quería salir, pero no podía y rabiaba mucho.
Entonces el espíritu grande quería que el hombre y la mujer fueran hermanos no más, y ellos eran hermanos no más, porque no sabían de otra cosa.
Entonces el Pillán, dicen, habló con una mujer espíritu malo como él, que rabiaba de pura envidia. Ella sacó un pelo largo y estirando el brazo lo tiró fuera del volcán. Apenitas salió dicen, tomó resuello, fue vivo, dice, el pelo de la mujer, y se transformó en serpiente muy delgada, y se fue arrastrando hasta llegar donde dormían los dos hermanos, dicen, y se deslizó entre ellos, dicen. (Historia General de Chile Tomo II 33-34pp).









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