Para Dina Raquel Rogel Alvarado, una joven madre trabajadora, el día empezó muy temprano asistiendo al centro de acopio establecido en Layco, zona central de San Salvador. Ella expresó su satisfacción de ser donante y dijo “Me sentí alegre porque es una buena manera de dar servicio desinteresado, por mi trabajo no tengo tiempo de brindar servicio de otra manera, así que esto para mí es una linda oportunidad”
Bajo el lema “Mi sangre es tu sangre”, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llevó a cabo el sábado recién pasado una jornada nacional de donación. Cientos de personas se dieron cita a los diez y siete centros de donación que la Iglesia estableció en sus principales centros de reuniones; desde la Ciudad de San Miguel en el oriente del país, hasta la frontera con Guatemala en la Ciudad de Ahuachapán; hubo personal capacitado, listo para recibir a los donantes voluntarios que atendieron el llamado.
Al finalizar la jornada, se habían recolectado más de 900 unidades de sangre, con lo cual serán abastecidos los bancos de sangre de los hospitales, la Cruz Roja y otras instituciones que participaron ese día. La actividad fue precedida por un vistoso desfile de bandas escolares, cachiporristas, carrozas, misioneros y miembros de la Iglesia que recorrieron las calles aledañas a los centros de donación invitando a los vecinos a ser parte de esta iniciativa que pretende ir creando la cultura de donación voluntaria en el país.
La Licenciada Ana Vilma del Aguilar, coordinadora nacional de los bancos de sangre, dijo, al ser abordada en uno de los centros de acopio: “La necesidad de abastecer a los bancos de sangre es imperiosa, de todos es conocido que existe un déficit de más de 30,000 unidades de sangre al año. Si hubiera una catástrofe en el país o un accidente que involucre a muchas personas, no tendríamos con qué hacer frente a la demanda de sangre. Ahora mismo se les pide a los pacientes que lleven dos donantes de sangre y, si no se requiere para el tratamiento, ésta queda en el banco. La ayuda de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es muy valiosa, ya que nos permitirá reducir significativamente la brecha que hay en nuestros inventarios y la demanda. Les agradecemos muchísimo por esta iniciativa”
La donación de sangre es un acto de servicio fundamental debido a que este fluido humano no se puede reemplazar con ningún líquido de laboratorio. La trasfusión sanguínea es indispensable y desempeña un papel vital para salvar vidas durante el tratamiento de numerosas enfermedades graves, accidentes y trasplante de órganos. Las personas pueden donar sangre si su edad está comprendida entre 18 y 65 años, pesan más de 50 kilos, gozan de buena salud general y no han donado sangre en los últimos dos meses. No deben padecer enfermedades de transmisión por sangre como hepatitis o chagas, no deben consumir drogas endovenosas o haberse hecho tatuajes o perforaciones en la piel en el término de un año antes de presentarse a donar.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días lleva a cabo proyectos de donación de sillas de ruedas, donación de útiles escolares, capacitación a personal médico en resucitación neonatal, proyectos de visión y de agua limpia en varias comunidades del país, del continente y del mundo entero. Para los santos de los últimos días, como se conoce a sus miembros, servir es parte de vivir el evangelio restaurado de Jesucristo y a menudo citan sus palabras: “en cuanto lo hicisteis a uno de éstos, mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Con miles de voluntarios de su programa “Manos que Ayudan”, la Iglesia lleva alivio y esperanza a millones de personas alrededor del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario