La tormenta tropical Ketsana tocó tierra en Filipinas el sábado, 26 de septiembre de 2009, desencadenando las precipitaciones más fuertes en cuarenta años y causando importantes inundaciones.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está proporcionando alimentos, agua, ropa, artículos de higiene y otros productos de primera necesidad que se están adquiriendo localmente y distribuyendo a las personas de la zona afectada. Los miembros de la Iglesia locales y los misioneros están colaborando en las tareas de limpieza. Los miembros de la Iglesia de zonas no afectadas de Filipinas se están movilizando para donar prendas de vestir y ropa de cama, mientras los líderes de la Iglesia continúan supervisando la situación.
De las 140 víctimas mortales confirmadas, 24 eran miembros de la Iglesia y otros aún están desaparecidos. El número total de miembros afectados por las inundaciones todavía se está calculando; no obstante, se han tenido en cuenta a todos los misioneros de la Iglesia y están a salvo.
Quince centros de reuniones de la Iglesia han sufrido daños por agua, junto con otros que aún están por evaluar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario