A un mes de recibir la anunciada edición SUD de la Biblia. Un poco de historia de la Edición que hoy usamos.
Las Sociedades Biblicas Unidas , su historia.
Las Sociedades Biblicas Unidas , su historia.
Fuente:labibliaweb.com
El nacimiento del movimiento moderno de las Sociedades Bíblicas comenzó con la fundación de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE) en Londres, en 1804. Su propósito fue el de incrementar la disponibilidad de Escrituras en Inglaterra y Gales, pero su visión misionera se extendió rápidamente. La SBBE no tardó en tener agentes, por toda Europa y más allá, que distribuían Escrituras y establecían Sociedades Bíblicas y agencias locales. Al limitarse a distribuir únicamente la Biblia, “sin notas ni comentarios”, la SBBE esperaba recibir el apoyo de cristianos de todas las denominaciones. Pronto hubo otras Sociedades Bíblicas nacionales ansiosas de operar en una dimensión internacional: Países Bajos en 1814; Estados Unidos en 1816; Rusia en 1821; y otras. Se publicaron ediciones de la Biblia con traducciones aprobadas por las diferentes iglesias y de acuerdo a sus respectivos cánones.
Después de la Primera Guerra Mundial, las Sociedades empezaron a buscar maneras de coordinar su trabajo por medio de acuerdos de “cortesía” y agencias conjuntas. En 1932, los delegados de las Sociedades Bíblicas en los Estados Unidos, Inglaterra y Gales, y Escocia se reunieron en Londres para coordinar sus actividades, las que se estaban traslapando en los Balcanes, Brasil, Chile, China, Japón, el Medio Oriente, Uruguay y Venezuela. Los beneficios que obtendrían al compartir sus experiencias y prácticas se hicieron cada vez más evidentes, y en 1939 en Woudschoten, Países Bajos, estas tres Sociedades, a las que se unieron las Sociedades Bíblicas en Francia, Países Bajos y Noruega, se reunieron para planificar el establecimiento de un “Concilio Mundial de Sociedades Bíblicas”.
La realización de sus planes se demoró debido a la Segunda Guerra Mundial, pero después, en 1946, delegados de 13 países se congregaron en Haywards Heath, Inglaterra, donde el 9 de mayo se fundaron las Sociedades Bíblicas Unidas. A partir de 1946, las Sociedades, tradicionalmente poderosas, dejaron el control directo del trabajo en otros países y estimularon el desarrollo de Sociedades nacionales autónomas. Las Sociedades miembros han establecido también una estructura de comités y oficinas para ayudarlas en su trabajo, y han fijado un presupuesto en común, por medio del cual se comparten los recursos financieros.
¿Quiénes fueron los responsables de la revisión Reina-Valera 1960?
La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera y la Sociedad Bíblica Americana, que operan en América Latina como las Sociedades Bíblicas en América Latina, asumieron total responsabilidad por esta revisión, incluso el nombramiento de comités, el financiamiento de la revisión y la publicación del texto. Trabajaron realizando constantes consultas con los pastores, no sólo de las denominaciones más antiguas y mejor conocidas sino también de las nuevas e independientes, y muchas veces con grupos compuestos completamente de nativos.
Estas consultas no sólo se llevaron a cabo extensamente por representantes de las Sociedades Bíblicas en América Latina y España sino que principalmente se realizaron a través de comités consultivos. Para el Nuevo Testamento hubo ochenta consultores y para el Antiguo Testamento hubo sesenta que recibieron copias mimeografiadas del texto revisado y a quienes se les pidió que las devolvieran junto con sus comentarios sobre la revisión.
Estos consultores fueron escogidos de acuerdo a su competencia en estudios bíblicos, ubicación geográfica y afiliación denominacional. Contrariamente a lo que suele suceder en América Latina casi un setenta y cinco por ciento de los consultores respondieron con sugerencias sobre el texto, y para gran sorpresa del comité, casi todas las sugerencias tenían que ver con más cambios.
En realidad, el total de cambios adicionales que se pedían era un poco más de 10.000, cada uno de los cuales tenía que ser cuidadosamente clasificado y considerado por el comité en su última gran sesión. Las decisiones finales en cuanto al texto de la revisión de la Reina-Valera estaban en manos de un comité editorial que se había nombrado para el programa, ya que una vez que fue nombrado el comité, los representantes de las Sociedades Bíblicas eran únicamente consejeros del comité, sin derecho a voto en las decisiones.
El nacimiento del movimiento moderno de las Sociedades Bíblicas comenzó con la fundación de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE) en Londres, en 1804. Su propósito fue el de incrementar la disponibilidad de Escrituras en Inglaterra y Gales, pero su visión misionera se extendió rápidamente. La SBBE no tardó en tener agentes, por toda Europa y más allá, que distribuían Escrituras y establecían Sociedades Bíblicas y agencias locales. Al limitarse a distribuir únicamente la Biblia, “sin notas ni comentarios”, la SBBE esperaba recibir el apoyo de cristianos de todas las denominaciones. Pronto hubo otras Sociedades Bíblicas nacionales ansiosas de operar en una dimensión internacional: Países Bajos en 1814; Estados Unidos en 1816; Rusia en 1821; y otras. Se publicaron ediciones de la Biblia con traducciones aprobadas por las diferentes iglesias y de acuerdo a sus respectivos cánones.
Después de la Primera Guerra Mundial, las Sociedades empezaron a buscar maneras de coordinar su trabajo por medio de acuerdos de “cortesía” y agencias conjuntas. En 1932, los delegados de las Sociedades Bíblicas en los Estados Unidos, Inglaterra y Gales, y Escocia se reunieron en Londres para coordinar sus actividades, las que se estaban traslapando en los Balcanes, Brasil, Chile, China, Japón, el Medio Oriente, Uruguay y Venezuela. Los beneficios que obtendrían al compartir sus experiencias y prácticas se hicieron cada vez más evidentes, y en 1939 en Woudschoten, Países Bajos, estas tres Sociedades, a las que se unieron las Sociedades Bíblicas en Francia, Países Bajos y Noruega, se reunieron para planificar el establecimiento de un “Concilio Mundial de Sociedades Bíblicas”.
La realización de sus planes se demoró debido a la Segunda Guerra Mundial, pero después, en 1946, delegados de 13 países se congregaron en Haywards Heath, Inglaterra, donde el 9 de mayo se fundaron las Sociedades Bíblicas Unidas. A partir de 1946, las Sociedades, tradicionalmente poderosas, dejaron el control directo del trabajo en otros países y estimularon el desarrollo de Sociedades nacionales autónomas. Las Sociedades miembros han establecido también una estructura de comités y oficinas para ayudarlas en su trabajo, y han fijado un presupuesto en común, por medio del cual se comparten los recursos financieros.
¿Quiénes fueron los responsables de la revisión Reina-Valera 1960?
La Sociedad Bíblica Británica y Extranjera y la Sociedad Bíblica Americana, que operan en América Latina como las Sociedades Bíblicas en América Latina, asumieron total responsabilidad por esta revisión, incluso el nombramiento de comités, el financiamiento de la revisión y la publicación del texto. Trabajaron realizando constantes consultas con los pastores, no sólo de las denominaciones más antiguas y mejor conocidas sino también de las nuevas e independientes, y muchas veces con grupos compuestos completamente de nativos.
Estas consultas no sólo se llevaron a cabo extensamente por representantes de las Sociedades Bíblicas en América Latina y España sino que principalmente se realizaron a través de comités consultivos. Para el Nuevo Testamento hubo ochenta consultores y para el Antiguo Testamento hubo sesenta que recibieron copias mimeografiadas del texto revisado y a quienes se les pidió que las devolvieran junto con sus comentarios sobre la revisión.
Estos consultores fueron escogidos de acuerdo a su competencia en estudios bíblicos, ubicación geográfica y afiliación denominacional. Contrariamente a lo que suele suceder en América Latina casi un setenta y cinco por ciento de los consultores respondieron con sugerencias sobre el texto, y para gran sorpresa del comité, casi todas las sugerencias tenían que ver con más cambios.
En realidad, el total de cambios adicionales que se pedían era un poco más de 10.000, cada uno de los cuales tenía que ser cuidadosamente clasificado y considerado por el comité en su última gran sesión. Las decisiones finales en cuanto al texto de la revisión de la Reina-Valera estaban en manos de un comité editorial que se había nombrado para el programa, ya que una vez que fue nombrado el comité, los representantes de las Sociedades Bíblicas eran únicamente consejeros del comité, sin derecho a voto en las decisiones.
en esta pagina http://version-inspirada.all-up.com
ResponderEliminarestoy trabajando en la traduccion español de la biblia version inspirada